Frases

Ojalá la vida viniera con un manual de instrucciones.
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¿Realmente somos unos interesados? Yo quisiera creer que no es sólo interés lo que nos mueve... ¿Si no cuán triste sería la vida?
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¿Qué pasa si quiero ser poeta? ¿Qué tal si escribo mi alma en verso? ¿Qué tal si pinto unas palabras? ¿Qué pasa so quiero convertir un día nublado en uno soleado con unas palabras mágicas? Quiero ser poeta, y no famosa, quiero escribir libremente y ser reconocida para así poder llamar a esta mente imaginativa una poesía anonadadora.
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Esos celos que te corroen por dentro, te clavan alfileres en el corazón y te ahorcan el alma...
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Un trozo de mi inocencia se fue, dejando en su lugar la triste realidad. El tiempo pasa, y cuanto más pasa más te vas dando cuenta de cuanta gente es idiota y cuanta poca no.
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Si a base de chocolate creciéramos, todos pasaríamos la atmósfera sentados.
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Somos dueños de nuestro silencio y esclavos de nuestras palabras. (El Intermedio)
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La única cosa que no se rige por la regla de la mayoría es la propia consciencia. (Harper Lee)
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Todo en retrospectiva se ve de otra manera.
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Lo importante de una cosa no es el objeto en si, sino la historia que contiene.
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El placer de disfrutar lo que tenemos se pierde al querer más.
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A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos al evitarlo. (Jean de la Fontaine)
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No todo lo que es cierto necesita ser dicho.
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No elegimos la verdad, sólo nuestra actitud frente a ella.
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Es mejor ser odiado por lo que uno es que ser amado por lo que no eres. (André Gide)
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Hasta los más valientes tienen miedo.
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La grandeza inspira envidia, la envidia engendra rencor y el rencor genera mentiras.
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Hablar no significa pensar, y no hablar no significa no pensar.
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Contar cosas a medias es como no contarlas en absoluto.
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La necesidad agudiza el ingenio.

C. D. A.

LIBROS

En mi vida he leído cientos de libros (no es broma) y he llegado a la conclusión de que hay estos tipos de libros:
7-Empecemos por los malos. Aquellos que a las primeras páginas no puedes más. No llegas al final ni aunque quieras.
6-Luego están los que al principio están bien pero que luego se van haciendo aburridos (normalmente aguanto hasta la página 60 más o menos, como mucho la 80...obviamente depende también de cuantas páginas tiene el libro, yo estoy hablando de como mínimo 150 páginas).
5-También están los que no matan.
4-Y ahora empezamos con los buenos. Aquí en la cuarta categoría se encuentran los libros que son buenos, pero no los leerías otra vez.
3-Existen aquellos que son muy buenos pero si los intentas leer otra vez no puedes.
2-Luego están los que son muy buenos pero al leerlos varias veces te cansas (unas 4 o 5 veces)
1-Y, finalmente, están LOS LIBROS. Aquellos que jamás te cansarías de leer... de esos hay muy pocos.
Aunque tengo que admitir que hay algunos que me encantaban de más pequeña pero ahora me aburren porque son demasiado simples... Pero creo que ahora ya casi he llegado a mi madurez lectora.

C.D.A.

Frases

Hay que ver que tontos somos. Ansiamos el silencio cuando hay ruido y ansiamos el ruido cuando hay silencio. Somos estúpidos sin remedio que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos.
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Aprovecha lo que tienes...en cualquier momento se puede ir.
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En vez de humanos deberíamos llamarnos quejadores o algo así... Porque hay que ver lo que nos gusta quejarnos por todo.
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Paremos un rato, pongamos un paréntesis y dejemos lo demás a parte.

                                                                                                                                               

C.D.A.

Un sueño

Estaba en un llano desértico. Sabía que alguien me perseguía y eché a correr. No oía nada, salvo mis pasos apresurados. Una ave enorme pasó sobrevolándome y se giró de golpe, quedándose de cara a mí. Tenía el iris negro con manchas doradas. Acercó su pico a mi pecho, con un picotazo desgarrando mi camiseta. Me fui en otra dirección, para escapar. Tenía que escapar, pero no pude. Con sus enormes garras me cogió de las piernas.

Después de una eternidad, cuando estábamos alcanzando a unas nubes, me soltó, pero no llegué a tocar el suelo, porque desperté.

C.D.A.